Gibrán Valdez Durán

Guadalajara, Jalisco.- Mayor éxito no pudo tener el ídolo adolescente en su presentación en Guadalajara, el Teatro Diana lució abarrotado de adolescentes, niños y niñas acompañados de sus papás, hermanos mayores o amigas que gritaron de principio a fin.

No pudo pedir más Drake Bell, su bienvenida fue con honores, lo recibió un recinto completamente lleno y antes de comenzar el concierto las fans ya estaban ansiosas gritando al unísono: "¡Drake, Drake, Drake!".

Sólo bastó que se parara en el escenario para volver locas a todas sus seguidoras, gritos eufóricos por el joven que se diera a conocer en Latinoamérica mediante la serie "Drake y Josh", él y su banda se presentaron con un vestuario de moda en los artistas rock y pop, algo que las abuelitas agradecen que haya vuelto, él salió con pantalón negro, camisa blanca de mangas largas, corbata de moño negra y un saco tinto, su banda, no salió uniformada pero sí bajo la misma línea, se podían observar chalecos elegantes, pantalones de vestir, sombreros de ala corta, pero eso sí, no se puede ser un músico utilizando ese vestuario acompañado de zapatos, deben de ser tenis de la marca de la estrella, el toque que le da la informalidad al cambio.

El estadounidense se hizo acompañar de buena manera con ocho músicos que manipulaban, el saxofón, piano, teclado, batería, guitarra eléctrica, bajo eléctrico, trompeta, trombón y tuba, desempeñando sobre el escenario un pop bien hecho para dejar en claro la autenticidad de la banda.

Temas como "All alone at the disco", "Circles", "For you like", "Lonely", "Losing me", entre otros fueron los que interpretó el nacido en Orange County, California, para ver cómo el público tapatío coreaba sus canciones, mientras que él disfrutaba, se entregaba y las hacía entrañables, reflejando su emoción por ser temas que el propio Drake escribió.

Gritos por todos lados, en cada momento, seguramente el que estuvo en la zona de asientos del Teatro Diana se fue con los oídos aturdidos, ya que cuando el cantante se acercaba al público las jovencitas gritaban, cuando se acomodaba el cabello gritaban, cuando se secaba el sudor de su "baby face" gritaban, cuando tomaba objetos del público, cuando puso sobre su amplificador la Bandera de México, cuando saltaba, reía, respiraba, pestañeaba, caminaba, brincaba, movía la guitarra, movía su cabello, cuando se quedaba callado, siempre gritaron, gritos y gritos agudos que sin duda pusieron la piel chinita y los oídos aturdidos a más de alguno.

Una verdadera experiencia fue para las jovencitas enloquecidas que asistieron al concierto, así como las integrantes de varios clubes de fans que se vislumbraron en las filas delanteras del inmueble, el único detalle que le faltó a Drake y a sus muchachos fue la distribución escénica, les sobró espacio en la parte trasera del escenario, estaban "amontonados" se veía muy compacto muy pegados a proscenio, y por su puesto faltó espectáculos, no hubo ningún incentivo visual, ni pantallas, ni visuales, ni videos ni apoyos, pero ¿para qué? si las adolescentes morían sólo por ver el rostro de Bell, las mismas chicas que adoran a la persona Drake Bell, no al cantante Drake Bell, o al menos así lo demostraron cuando no sabían la letra de sus canciones más recientes.